Navegando el primer año después de la amputación

Navigating the First Year After Amputation

Adaptarse a la vida después de una amputación es un proceso transformador. Para las personas con amputaciones de extremidades superiores, el proceso puede resultar especialmente abrumador, ya que las tareas cotidianas requieren de repente nuevos enfoques y el camino hacia la recuperación está lleno de incertidumbres. Si bien la experiencia de cada persona es única, comprender los hitos y desafíos típicos del primer año puede ayudarle a sentirse más preparado y apoyado.

Ya sea que su amputación se deba a un traumatismo, afecciones vasculares u otros factores médicos, el camino que le espera requerirá resiliencia, paciencia y el apoyo adecuado. En Marins Med, creemos que con la orientación y las herramientas adecuadas, puede recuperar una vida plena y activa. Esta guía destaca las fases clave del proceso de recuperación y rehabilitación, brindándole información para ayudarle a afrontar los desafíos y celebrar las victorias en el camino.

0 a 2 meses: curación y recuperación

La recuperación comienza inmediatamente después de la cirugía, pero en el caso de las personas con amputación de extremidades superiores, suelen surgir consideraciones adicionales. La mano dominante suele verse afectada, lo que puede generar nuevos desafíos en las tareas cotidianas. Si bien el cuidado de las heridas es una prioridad, muchas personas con amputación de extremidades superiores comienzan a aprender técnicas de adaptación para comer, asearse y escribir durante esta fase.

La causa de la amputación puede afectar significativamente el tiempo de recuperación. Las lesiones traumáticas suelen sanar más rápido que las afecciones vasculares, pero las lesiones o complicaciones asociadas pueden requerir un manejo cuidadoso. La participación temprana con terapeutas ocupacionales o grupos de apoyo entre pares puede ser invaluable a medida que se adapta a la vida sin una extremidad superior.

1 a 2 meses: Preparación para la prótesis

Una vez retiradas las suturas, la gestión del volumen y la conformación del muñón se convierten en pasos cruciales. En el caso de las personas con amputación de extremidades inferiores, esto implica el uso de reductores, vendajes de compresión o apósitos rígidos protectores. Estas herramientas ayudan a preparar la extremidad para la colocación de la prótesis, a la vez que protegen las zonas sensibles durante la cicatrización.

Durante este período, muchas personas con amputación de extremidades inferiores comienzan a explorar herramientas funcionales, como utensilios adaptables o dispositivos de asistencia, para mantener su independencia. Los terapeutas ocupacionales pueden brindar apoyo y recomendaciones adaptadas a sus necesidades, asegurándose de que se sienta preparado para afrontar las tareas cotidianas.

1,5–3,5 meses: Colocación de la primera prótesis

Para las personas con amputación de extremidades inferiores, la adaptación temprana de una prótesis provisional es especialmente importante. Esta favorece la estabilización del tejido, promueve la cicatrización y ayuda a reaprender los patrones motores. Una prótesis también puede reducir el dolor del miembro fantasma al proporcionar información sensorial y mejorar el sentido del equilibrio.

Durante esta fase, trabajará con su protésico para diseñar un dispositivo que se adapte a sus objetivos y estilo de vida. El proceso considera la longitud del muñón, el tipo de tejido, la destreza, la fuerza y ​​las actividades que planea realizar. Cuanto antes comience, más fácil será adaptarse a la prótesis como parte de su rutina diaria.

6 meses: progreso y adaptación

A los seis meses, muchas personas con amputación de extremidades inferiores utilizan activamente su prótesis para tareas específicas, como agarrar, sujetar o sostener objetos. Esta fase suele implicar el perfeccionamiento de las estrategias de control para dispositivos mioeléctricos o accionados por el cuerpo.

La formación con terapeutas ocupacionales sigue siendo fundamental a medida que se trabaja para mejorar la coordinación y dominar la funcionalidad protésica. Este es también el momento de supervisar de cerca el ajuste del encaje protésico; los cambios en el muñón son comunes y podrían ser necesarios ajustes para mantener la comodidad y el rendimiento.

12 meses: una nueva normalidad

Al final del primer año, las personas con amputación de extremidades superiores suelen alcanzar una mayor independencia. Ya sea que usen una prótesis a diario o utilicen herramientas de asistencia, la prioridad es recuperar la confianza en las tareas que más les importan.

Su protésico es fundamental en este proceso, ya que le ayudará con los ajustes del dispositivo y ofrecerá soluciones para cualquier desafío que surja. En esta etapa, muchos amputados de extremidades inferiores también exploran accesorios protésicos especializados para actividades como deportes, aficiones o tareas laborales, lo que les permite disfrutar plenamente de las cosas que disfrutan.

Llevar:
El primer año tras una amputación está lleno de desafíos y victorias. Para las personas con amputación de extremidades superiores, la participación temprana en la adaptación protésica, la capacitación constante y la comunicación abierta con su protésico son esenciales para el éxito. En Marins Med, estamos aquí para acompañarte en tu proceso, asegurándonos de que, independientemente de la etapa en la que te encuentres, tengas acceso a herramientas, recursos y una comunidad para prosperar.


Agradecimiento: Esta publicación se inspiró en las ideas de Stuart Crampton , protésico sénior y director de Leading Edge Prosthetics. Su experiencia destaca las fases clave que experimentan las personas amputadas durante los primeros 12 meses de recuperación y rehabilitación.

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